Suricata.

   
  La suricata o suricato "gato de roca" es un pequeño mamífero, miembro de la familia de la mangosta, que habita la región del desierto de Kalahari y el Namib en África. Es una de las mangostas más pequeñas; los ejemplares adultos pesan aproximadamente un kilogramo y rondan los 50 centímetros de largo, de los que hasta 25 corresponden a la cola.
Las suricatas tienen garras fuertes y curvadas que utilizan para cavar, y un hocico bastante puntiagudo. El pelaje es marrón claro, con franjas cortas paralelas de color más oscuro en la espalda. Son conocidos por permanecer de pie en sus extremidades traseras vigilando en búsqueda de presas o para evitar ser sorprendidos por sus depredadores. Es una especie diurna y de costumbres sociales. Son animales excavadores, que viven en grandes redes subterráneas con múltiples entradas. Sólo las dejan durante el día. El tamaño de las colonias puede alcanzar los 40 individuos. La suricata es carnívora, consumiendo sobre todo insectos y arañas y también otros pequeños mamíferos. Cazan en grupos y protegen a sus jóvenes.
Las suricatas suelen ser criaturas simpáticas; por ello, en su zona de origen no es infrecuente que se las domestique como mascotas. En Occidente no se las considera aptas como animales de compañía, puesto que su comportamiento es sumamente destructivo en un domicilio urbano; en numerosos países la tenencia de suricatas, como de cualquier animal salvaje, está penada por la ley. Estos animales pueden transmitir la rabia, por lo que en África han sido perseguidos, aunque no ha disminuido mucho su número como para estar en peligro de extinción.

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