Aquila Chrysaetos.
El águila real o águila caudal (Aquila chrysaetos) es una especie de ave falconiforme de la familia Accipitridae. Es una de las aves de presa más conocidas y ampliamente distribuidas de la Tierra. Su área de distribución abarca gran parte de América del Norte, Eurasia y el norte de África. Mantiene poblaciones sedentarias incluso en varias islas como Gran Bretaña, las del Mediterráneo, Japón y Vancouver. Sin embargo, su población en Europa central se ha visto muy reducida en los últimos años por culpa de la actividad humana y se ha extinguido en muchos lugares donde antes era abundante. En la actualidad, Europa Occidental sólo alberga poblaciones estables en Escocia, Noruega, los Alpes, Italia y la Península Ibérica, aunque en 2001 se liberaron 35 ejemplares en Irlanda (donde la especie se extinguió a comienzos del siglo XX. En Norteamérica se observa también un declive de la especie, aunque mucho menos acusado que en Europa, y en el resto de su distribución permanece estable. El águila real es una de las aves más usadas en cetrería, especialmente en Asia Central, donde se la utiliza incluso para cazar lobos y antílopes.
Debido a su gran capacidad de adaptación al medio, alimentándose de carroña en caso necesario (no es difícil observarla en vertederos en inviernos duros), el águila real ha conseguido mantener una población saludable, lo que su "prima", la imperial, muy dependiente del conejo, no ha conseguido en España. En España es un ave no amenazada, con una población estimada en más de 1.500 parejas. En Extremadura nidifican unas 125-150 parejas. Al igual que en la mayoría de las aves de presa, las hembras son mayores que los machos, pudiendo llegar al metro de longitud desde el pico a la cola y los 2,3 metros de envergadura alar, y un peso de entre 4 y 6,5 Kg., mientras que el macho, de un tamaño menor, alcanza entre 1,8 y 2 metros de envergadura alar y un peso de entre 2,9 y 4,5 Kg. El plumaje es castaño oscuro, tornándose dorado en cabeza y cuello y blanco en los hombros y el extremo de la cola. En los individuos jóvenes, el blanco abunda más en la cola que el pardo, relación que se invierte con la edad. Esta especie se incluye dentro de las llamadas águilas calzadas, ya que las patas están cubiertas de plumaje en lugar de tener una cubierta escamosa como en el resto.